Alrededor de 300 mujeres al año en Bélgica se ven obligadas a trasladarse a los Países Bajos para interrumpir su embarazo debido a las limitaciones legales en su país, denuncian asociaciones pro abortistas.
Más de veinte asociaciones pro abortistas en Bélgica han alzado la voz en las últimas semanas, denunciando que más de 300 mujeres belgas al año se ven obligadas a viajar a los Países Bajos para interrumpir sus embarazos. Esto sucede porque en Bélgica el límite legal para abortar es de 12 semanas, mientras que en los Países Bajos el plazo es mucho más extenso, permitiendo la interrupción del embarazo hasta las 24 semanas. Esta diferencia legal afecta principalmente a mujeres en situaciones de vulnerabilidad, que carecen de los recursos económicos suficientes para realizar este proceso fuera de su país.
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Además de los plazos, Bélgica impone un periodo obligatorio de reflexión de seis días entre la primera consulta médica y el inicio del procedimiento, lo que genera más dificultades para las mujeres que buscan abortar. Las sanciones por no cumplir con este plazo pueden ser severas, tanto para las solicitantes como para el personal médico involucrado. Según los centros de planificación familiar, estas condiciones no se ajustan a la realidad que enfrentan muchas mujeres, lo que ha motivado la demanda de ampliar los plazos legales.
Frédéric Brichau, coordinador del Centro de Planificación Familiar de Namur, señaló que la normativa actual no es flexible y no permite atender adecuadamente cada situación particular. «Los seis días de reflexión son arbitrarios», comentó Brichau, quien agregó que muchas mujeres ya han tomado su decisión mucho antes de acudir a una consulta médica, lo que hace innecesario dicho periodo.
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Esta situación no es exclusiva de Bélgica. En Europa, los plazos legales para el aborto varían de un país a otro, generando disparidades en el acceso a este derecho. Mientras que algunos países, como Portugal, establecen límites de 10 semanas, otros, como los Países Bajos, permiten abortar hasta las 24 semanas. España, con un límite de 14 semanas, y Austria, que no exige periodo de reflexión, son considerados más permisivos. Sin embargo, en países como Malta y Polonia, las leyes sobre el aborto siguen siendo extremadamente restrictivas, lo que provoca que las mujeres con recursos limitados enfrenten mayores dificultades para acceder a servicios seguros.
Desde el Parlamento Europeo se han impulsado iniciativas para garantizar un aborto seguro y accesible en toda la Unión Europea. A pesar de los esfuerzos, como el Informe Matić de 2021 y la inclusión reciente del aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, la competencia sobre el aborto sigue siendo nacional. El caso de Polonia, que ahora está considerando legalizar el aborto hasta la semana 12 bajo el nuevo mandato de Donald Tusk, refleja cómo la presión internacional y la demanda ciudadana pueden generar cambios en la legislación.
Fuente: Euro News
Foto: ABC