«Al jabalí lo trajo Pedro Luro en 1903, él tenía la Estancia Don Humberto en La Pampa que era un parque temático y hoy es un Parque Provincial, lo trajo con fines cinegéticos, de caza. En principios del siglo pasado era normal traer fauna de Europa o Estados Unidos para enriquecer la fauna local», recordó Fratto.
«Ese era el concepto que tenían y obviamente sin el conocimiento de lo que implicaba introducir una especie a un ecosistema donde esa especie no tiene depredadores naturales», analizó.
«Pedro Luro muere, los herederos no le dan el mantenimiento debido a los alambrados, los jabalíes se escapan y hoy los tenemos por todos lados», lamentó.
«Tiene que ver el desmonte que está sufriendo La Pampa, eso hace que el jabalí busque nuevas alternativas y así ha ido bajado hacia el sur. En la zona cordillerana lo tenemos hace rato, pero lo novedoso es que desde hace unos 15 años lo empezamos a ver en la zona de la estepa, y cada vez más», fundamentó.
«El jabalí ha bajado por la Meseta de Somuncura, en Telsen está hace varios años, en Las Plumas también, ha seguido bajando a Puerto Lobos, ha pasado el Itsmo, está en Península Valdés», destacó.
«Hay registros y además se los ha capturado con cámaras trampas, los rastros son muy visibles, porque uno de los perjuicios es la manera que va osando el suelo en busca de raíces y larvas de insectos y destruye las pasturas, absolutamente todo», dijo preocupado.
Sobre la alimentación, indicó que «el jabalí es de por sí generalista, se puede alimentar tanto de raíces como de huevos y crías de otros animales, pero también hay registros en la zona de Telsen, los primeros se vieron en La Pampa y Patagones, atacando a las ovejas».
«La caza es el mecanismo que se utiliza, obviamente los grupos y las organizaciones que están en contra de la caza y en defensa de los animales tienen que entender que estas especies son introducidas», justificó.
«A veces lo cuento y llama la atención, cuando trabajé en el Parque Nacional El Palmar (Entre Ríos) cazábamos jabalíes, y era controversial, porque uno se imagina a un guardaparques cazando. En realidad se hace un control, un manejo, que implica meter la mano, tratar de que los ecosistemas sigan lo más natural posible», explicó.
«También nos llegan comentarios de que por qué no se envían a estos animales de vuelta a Europa, es imposible, una locura, hoy no queda otra que controlarlos a través de la caza», sostuvo Fratto.
«Se ha utilizado el tema de la cruza y eso hace que en la Patagonia tengamos un jabalí más parecido al europeo, de entre 70 y 80 kilos, pero en Entre Ríos el jabalí se ha escapado y nosotros llegamos a cazar ejemplares de 120, 130 kilos, un porte realmente impresionante», contó.
«Tampoco se trata de exterminar el jabalí, con las especies introducidas hay que buscar el equilibrio y pensar que hay gente que se gana la vida con eso, porque si no vamos al mismo caso que las truchas, que también se han introducido en los lagos, pero hoy es un recurso económico», recalcó.
«El castor dejó de ser un recurso económico, se lo trajo para eso, no dio resultado, se lo liberó y ahora está haciendo un desastre porque nos está haciendo perder los bosques autóctonos de Tierra del Fuego», diferenció.
«Si el animal está en un coto de caza, como por ejemplo lo tiene el Parque Nacional Lanín, es algo que se puede compatibilizar, lo que no se puede permitir es la circulación del jabalí por los perjuicios que va a traer a la ganadería y de hecho ya los está trayendo», argumentó el especialista.
PROBAR CON LA CIENCIA
«El abandono de campo tiene una relación directa, aunque en el caso del puma estamos hablando de una especie nativa que ha sido mal manejado por los ganadores durante muchos años y ahora están sufriendo las consecuencias, aunque entiendo que se puedan enojar», consideró Fratto.
«El puma prefiere más el guanaco que la oveja, aunque el ganadero lo niegue. Si vos tenés en tu campo un puma que caza guanaco puede ser favorable, pero si empiezan a cazar pumas a mansalva con cebos envenenados y trampas podrías agarrar el puma que se alimenta de guanaco y tal vez le estés abriendo la puma a otro que come ovejas», esgrimió.
«Le tengo un gran respeto a la gente de campo, pero en los tiempos en los que se encuentra hoy la Patagonia y el planeta con los cambios climáticos no podemos seguir manejándonos a ojo de buen cubero, probemos con la ciencia, con consultar al Cenpat, al Inta», exhortó.
«Hay mucho puma, hay mucho guanaco, ¿cuánto? Dicen que hay un millón de guanacos entre Santa Cruz y Chubut, pero en realidad hasta hace unos años había unos 500 mil repartidos entre la Patagonia argentina y chilena, y antes que llegara el hombre en la región había 7 millones de guanacos», especificó.
«Depende con que ojos se vea, desde el punto de vista ecológico no hay una plaga de guanacos, para el ganadero hay mucho guanaco porque le toma el agua y le come la pastura de la oveja», cuestionó.
«No se puede hacer un manejo buscando solamente que en el campo haya agua y pasto, porque habrá desertificación, un mal manejo de pasturas, porque los campos no rendirán como antes y porque sacamos los herbívoros que mantenían los ecosistemas. La solución no es que los cueros se paguen en cada localidad, que vayan, maten porque en cada localidad le van a pagar el cuero, hay que acudir a la ciencia», insistió Fratto.
«Los pumas se están viendo más que antes, por el abandono de campos y porque no hay la misma cantidad de guanacos de antes, que disminuyó por la caza y por la expansión de las fronteras agrícolas-ganaderas y urbanas», evaluó.
«Para cazar guanaco uno debería tener un permiso de caza, pero no hay una caza controlada. No se acude a un organismo que haga una evaluación de un campo, tenés tanta capacidad ganadera y tanto guanaco, y que con ese estudio indique que cantidad podría cazarse. Lo que pasa es que a nadie le gusta decirlo porque no quieren que el ganadero se enoje», opinó.
«Obviamente hay mucha caza furtiva, la caza que no se hace bajo reglamento es furtiva», señaló.
«El organismo de Provincia otorga permisos de caza en tiempo y cantidad determinados, y evalúa según la situación cuantos guanacos podrían cazarse por persona y por día, el que caza con permiso está cazando bajo la norma. Pero el que caza como pasa habitualmente lo hace en forma furtiva y aunque no guste, es así», criticó.
En cuanto al puma, sostuvo que “hay una solución que no es tan cara que se está utilizando por ejemplo en Valcheta y en algunos otros lugares del país que son los perros que ahuyentan a los predadores de oveja. Son tres razas especiales de perros blancos y grandotes, el Inta trabaja con eso, se crían con las ovejas, prácticamente no tienen contacto con el ganadero, viven con la majada, van de un lado para el otro, acá cerca de Madryn también tienen estos animales. Y está dando excelentes resultados, y no sólo con el puma, sino al zorro colorado y gris», resaltó Fratto en el final.
