Un equipo de científicos ha logrado un avance revolucionario en el campo de las prótesis al desarrollar una tecnología que simula el sentido del tacto de una manera nunca antes alcanzada.
Este logro, resultado de años de colaboración interdisciplinaria entre científicos e ingenieros de diversas universidades estadounidenses, se centra en la creación de mapas detallados del cerebro para ubicar las zonas correspondientes a cada parte de la mano protésica. Utilizando patrones específicos de microestimulación en electrodos implantables en el cerebro, los participantes pudieron sentir bordes, formas, curvaturas y movimientos de los objetos que tocaban, todo a través de la estimulación cerebral.
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Según Giacomo Valle, investigador de la Universidad Tecnológica de Chalmers y autor principal del estudio, «por primera vez hemos ido más allá en el campo de las interfaces cerebro-ordenador al transmitir sensaciones táctiles relacionadas con la orientación, la curvatura, el movimiento y las formas tridimensionales». Este avance ofrece a las personas con lesiones medulares la posibilidad de controlar un brazo biónico con el cerebro y sentir las sensaciones que normalmente estarían bloqueadas debido a la lesión.
El equipo también descubrió que cuando se estimulan dos electrodos cercanos en el cerebro, los participantes experimentan sensaciones táctiles más claras y fuertes. Este descubrimiento es clave para mejorar la estabilidad y precisión de las sensaciones táctiles. Los científicos también experimentaron con la activación secuencial de los electrodos, lo que permitió a los participantes identificar letras escritas eléctricamente en las yemas de sus dedos artificiales, una hazaña impresionante que muestra el potencial de la tecnología.
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Este método de estimulación cerebral es prometedor no solo para las personas con lesiones medulares, sino también para aquellos que experimentan pérdida sensorial por otras razones, como una mastectomía. Aunque todavía quedan retos por superar, este avance abre nuevas posibilidades en el campo de las prótesis y las interfaces cerebro-máquina.
Fuente: DW.
Imagen: Giacomo Valle, University of Chicago.