Ocho soldados israelíes perdieron la vida en Gaza tras una explosión que marcó el ataque más devastador contra las fuerzas israelíes en meses, exacerbando la situación en medio de una crisis humanitaria y tensiones militares continuas.
El sábado, una explosión en el sur de Gaza cobró la vida de ocho soldados israelíes, según confirmó el ejército, marcando el ataque más mortífero contra las fuerzas israelíes en varios meses. Este incidente se produce en medio de una prolongada guerra que parece tener pocos signos de acabar pronto, avivando llamados a un alto el fuego por parte de los manifestantes israelíes y aumentando la presión sobre el gobierno debido a las controversias sobre las exenciones del servicio militar para los jóvenes ultraortodoxos.
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La situación actual es resultado de una serie de eventos que comenzaron con un ataque transfronterizo el 7 de octubre por parte de Hamás y otros grupos militantes, lo que llevó a una invasión aérea y terrestre de Gaza por parte de Israel. Esta ofensiva ha dejado un saldo devastador, con más de 37.000 palestinos muertos según funcionarios de salud locales, exacerbando un desastre humanitario con una gran parte de la población desplazada y enfrentando escasez de alimentos y ayuda humanitaria debido a las restricciones y los combates en curso.
La explosión del sábado tuvo lugar específicamente en Rafah, identificada como un bastión clave de Hamás por parte de Israel. Las tropas israelíes han estado operando en la ciudad desde principios de mayo, sin indicaciones claras sobre el fin de la operación militar.
Fuente y foto: Associated Press