Una organización narco que simulaba ser una familia fue desarticulada por la Policía Bonaerense en una serie de seis allanamientos realizados en Villa Ballester y José León Suárez. Seis personas fueron detenidas, entre ellas el presunto jefe de la banda, Jonathan Romero, de 34 años, y su tío, Juan Carlos “El Tano” Luna, de 68. El operativo se llevó a cabo tras 2160 horas de intervenciones telefónicas y seguimientos que incluyeron análisis satelitales.
La banda viajaba en grupo, con menores incluidos, hacia Paysandú, Uruguay, bajo la apariencia de vacaciones familiares. Allí adquirían cocaína de alta pureza, proveniente de Perú y marcada con la silueta de un colibrí, un símbolo inusual en el mercado local. La droga era ingresada a la Argentina por pasos fronterizos y vías fluviales clandestinas, incluso por zonas del Tigre, y luego distribuida en la zona norte del conurbano bonaerense.
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Durante el operativo, Romero fue interceptado en el peaje de Zárate, a bordo de una camioneta tuneada para ocultar droga. En su interior se hallaron 13 kilos de cocaína y un osito de peluche rosa que escondía 98 mil dólares. También fueron secuestradas otras dos camionetas adaptadas, armas de fuego y municiones.
“El Tano” Luna, uno de los encargados del transporte, intentó mantenerse prófugo tras el arresto de su esposa, pero fue ubicado gracias a las escuchas telefónicas. Finalmente, fue detenido en José C. Paz. La investigación reveló una estructura organizada, con roles bien definidos y métodos sofisticados para evadir controles.
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Según fuentes del caso, el uso del artículo infantil como escondite de dinero y el camuflaje familiar fueron estrategias clave para pasar desapercibidos. Sin embargo, la combinación de inteligencia policial, vigilancia tecnológica y análisis de comunicaciones permitió desarticular una de las bandas narco más peculiares del año.
Fuente: Infobae.