El lapacho rosado, Handroanthus impetiginosus, es un árbol nativo de Sudamérica que prospera en las selvas de yungas. Con alturas de 20 a 30 metros y diámetros de 80 cm, es una presencia imponente en el paisaje.
Su hábitat se extiende por el norte y centro de Salta, el este de Jujuy, el centro de Tucumán y el este de Catamarca, abarcando altitudes entre 300 y 1.300 metros sobre el nivel del mar. Puede verse en los Parques Nacionales argentinos, como el Calilegua, Aconquija, Baritú, y Reservas como Pizarro y El Nogalar de los Toldos.
Durante la primavera, el lapacho sorprende al perder completamente sus hojas y cubrir el suelo con un espectáculo de flores, convirtiéndose en un icono cultural en la región.
MIRÁ TAMBIÉN: Encuentran fósiles de dos nuevas especies de tiburones
Más que un árbol, el lapacho es un símbolo provincial en Jujuy y una fuente de inspiración para canciones y relatos. Su floración es tan llamativa que se utiliza en parques y plazas, atrayendo polinizadores y aves.
Además de su valor estético, el lapacho sirve como refugio para aves y polinizadores. Su madera dura y pesada tiene aplicaciones en carpintería, mientras que su corteza y leño trozado se utilizan en medicina tradicional.
Descubre este tesoro natural en los Parques Nacionales Calilegua, Aconquija, Baritú, El Rey, y en las Reservas Nacional Pizarro y El Nogalar de los Toldos, donde el lapacho rosado despliega toda su grandeza.
FUENTE: Parques Nacionales.