Poner detergente directamente en la esponja al lavar los platos es una práctica habitual, pero según expertos, podría no ser la mejor opción. Este método, aunque práctico, presenta varios inconvenientes que afectan la eficiencia del lavado, la higiene y el cuidado ambiental.
¿Por qué evitar esta práctica?
- Desperdicio de producto: La esponja absorbe el detergente, lo que lleva a usar más cantidad de la necesaria.
- Acumulación de residuos: El detergente que permanece en la esponja puede no eliminarse por completo, dejando restos acumulados.
- Proliferación de bacterias: La combinación de humedad y restos de detergente crea un ambiente ideal para el desarrollo de microorganismos.
- Impacto ambiental: Usar más detergente genera mayores desechos químicos en el agua, afectando al ecosistema.
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¿Cuál es la alternativa?
Diluir el detergente en un recipiente con agua antes de aplicarlo a la esponja o directamente a los platos. Este método:
- Permite aprovechar mejor el producto.
- Facilita el enjuague, reduciendo los residuos.
- Prolonga la vida útil de la esponja al mantenerla más limpia y seca.
- Implementar este sencillo cambio ayuda a mejorar la higiene en la cocina, ahorrar producto y contribuir al cuidado del medioambiente.
Fuente: TyC.
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