¿Alguna vez te preguntaste por qué, cuando pedís un café en un bar, también reciben junto a la taza un vaso de agua? Ese simple detalle tiene una razón más profunda de lo que parece. Según los expertos, el principal objetivo es limpiar el paladar antes de dar el primer sorbo de café.
De ese modo, el agua deja la boca libre de cualquier gusto previo, ayudando así a que el café pueda expresar toda la riqueza de sus aromas y matices. Esto es particularmente importante cuando estás a punto de degustar una variedad de café de calidad o cuando el lugar se esmera en preparar una taza especial.
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Pero además de limpiar el paladar, el acto de servir un vaso de agua tiene una dimensión simbólica. Así, el barista deja en evidencia que el lugar tiene un compromiso con la pureza del procedimiento, demostrando que el agua es potable y de calidad, en una época en que eso no siempre estaba garantizado.
Este rito tiene varias vertientes en el estilo de consumir el café. Hay quienes creen que el procedimiento correcto es tomar primero el vaso de agua, como en Nápoles, pero también están los que optan por dejar el agua para el final, cuando el café resulta muy intenso o deja un gusto prolongado en la boca.
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Así pues, el simple acto de servir un vaso de agua junto al café revela tanto una expresión de hospitalidad como una muestra de profesionalismo. Un pequeño detalle que pone en evidencia el valor de la pureza, el gusto y el estilo en el café de cada lugar.
Fuente: TyC Sports.