La Policía aplicó el protocolo antipiquetes con firmeza y se enfrentó con manifestantes que marchaban por Rivadavia y Callao. Hay al menos dos personas detenidas y denuncias por el uso de gases contra periodistas.
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Una nueva jornada de protesta frente al Congreso de la Nación terminó este miércoles con escenas de tensión, empujones y la detención de manifestantes. Como cada semana, jubilados, organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos se movilizaron para exigir mejoras salariales y condiciones de vida dignas, pero fueron contenidos con fuerza por un importante operativo de seguridad que aplicó el protocolo antipiquetes con rigurosidad.
Cerca de las 16 horas, en la esquina de Rivadavia y Callao, la situación se volvió caótica cuando manifestantes intentaron iniciar su habitual ronda alrededor del Parlamento y se toparon con un cerco policial que les impidió avanzar. Hubo discusiones, forcejeos, gases lacrimógenos y fricción entre manifestantes, efectivos y periodistas que cubrían la protesta. Como saldo inicial, al menos dos personas resultaron detenidas.
Uno de los momentos más tensos se vivió cuando un manifestante fue reducido y trasladado por agentes de la Policía Federal sobre la calle Entre Ríos, frente al Palacio Legislativo. Las imágenes fueron registradas por cámaras de televisión en vivo, que también captaron cómo el gas afectó tanto a manifestantes como a reporteros gráficos y cronistas.
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La movilización de este miércoles tuvo una convocatoria más amplia que en semanas anteriores. Además del grupo habitual de jubilados, se sumaron las dos CTA y docentes universitarios nucleados en CONADU, quienes vienen reclamando una recomposición salarial ante el deterioro del poder adquisitivo.
La columna de manifestantes se concentró inicialmente en Plaza Congreso y tenía como destino la Plaza de Mayo, aunque el avance fue interrumpido por el operativo policial. El objetivo de las fuerzas de seguridad fue garantizar la libre circulación vehicular, en una política que se ha sostenido en todas las marchas recientes, incluso a costa de tensiones crecientes.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación expresaron su preocupación por el uso desmedido de la fuerza y la afectación directa a trabajadores de prensa. Se espera que en las próximas horas haya pronunciamientos oficiales tanto de los organizadores de la marcha como de las autoridades del Ministerio de Seguridad.
Fuente y foto: Infobae