Tras meses sin avances, Qatar renuncia a su rol de mediador en el conflicto entre Israel y Hamás, dejando las negociaciones en punto muerto. La falta de voluntad para negociar bloquea toda esperanza de tregua en Gaza.
Qatar ha decidido retirarse oficialmente de su rol de mediador en el conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás. Fuentes diplomáticas confirmaron que el emirato comunicó este sábado su decisión a las partes involucradas, citando la falta de voluntad genuina para alcanzar una tregua. Junto con Estados Unidos y Egipto, Qatar había impulsado durante meses un acuerdo de alto al fuego y el intercambio de rehenes y prisioneros, pero los esfuerzos han sido infructuosos.
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Las fuentes diplomáticas que solicitaron anonimato indicaron que los mediadores qataríes notificaron tanto a Israel como a Hamás que, sin un compromiso de buena fe de ambas partes, continuar con las negociaciones es inviable. En consecuencia, la oficina política de Hamás en Doha, establecida en 2012, quedaría sin funciones activas. Sin embargo, no se ha aclarado si la oficina será clausurada.
A pesar de la presión internacional y las iniciativas para detener la violencia, la guerra en la Franja de Gaza continúa sin señales de resolver el conflicto. La última propuesta formal de tregua fue presentada a mediados de octubre, y Qatar ha informado que retomaría su papel de mediador solo si se demuestra una voluntad sincera de ambas partes para alcanzar la paz.
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Esta decisión representa un revés significativo para el proceso de paz, que ahora queda en suspenso. Qatar, aliado clave de Estados Unidos y habitualmente involucrado en la diplomacia de la región, ha insistido en que, aunque las negociaciones no han prosperado, el emirato sigue dispuesto a retomar la mediación cuando las condiciones lo permitan.
Mientras tanto, la situación en Gaza se mantiene tensa, con pocos indicios de una desescalada. Las expectativas de paz a corto plazo son bajas, y el conflicto se prolonga en un contexto de inestabilidad regional y crecientes tensiones políticas.
Fuente: DW
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