Según explica una especialista en salud mental, el desorden puede reflejar una forma de resistencia a normas rígidas impuestas por la sociedad y, en ciertos casos, constituir una expresión de libertad personal.
La psicología distingue entre varios tipos de desorganización: desde el desorden físico, con objetos fuera de lugar, hasta el emocional o temporal, cuando cuesta priorizar tareas o manejar los tiempos. Aunque muchas veces se lo juzga con una connotación negativa, el caos también puede estar ligado a la creatividad y la apertura mental.
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Entre los perfiles más propensos al desorden están aquellos con agendas sobrecargadas y quienes se mueven en entornos creativos, donde el orden no es prioritario sino parte del proceso.
En resumen, la falta de organización no siempre implica un problema. En algunos casos, es una estrategia de adaptación o incluso un rasgo funcional para ciertas formas de pensamiento y estilo de vida.
Fuente: TyC Sports.
Foto: TN.