Aunque parecen fenómenos lejanos, existen evidencias científicas de que un tsunami podría ocurrir en territorio argentino, especialmente en el sur del país.
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En el imaginario colectivo, los tsunamis se asocian con catástrofes en Asia o con las costas del Pacífico. Sin embargo, la posibilidad de un tsunami en Argentina no solo es real, sino que está documentada por estudios del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) y geólogos nacionales. Si bien es un evento poco frecuente, ciertas zonas del país reúnen las condiciones geológicas necesarias para que este tipo de fenómeno se produzca.
Los tsunamis pueden generarse por terremotos submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra en el fondo marino. Aunque Argentina no forma parte del peligroso Cinturón de Fuego del Pacífico, posee una extensa línea costera y algunas regiones con actividad sísmica significativa, en particular en la Patagonia.
Tres regiones están señaladas como las de mayor riesgo: Tierra del Fuego, donde convergen varias placas tectónicas en el Canal de Beagle; Santa Cruz, por su proximidad a zonas activas de Chile; y Mar del Plata, donde en 1954 se registró una ola anómala que, si bien no fue catalogada como tsunami, generó pánico en la costa.
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Según especialistas, existe una alta probabilidad de que un fuerte sismo en el sur argentino pueda generar un tsunami, aunque de menor intensidad que los observados en el Pacífico. El geólogo Marcelo Bollini advirtió en 2025 que Tierra del Fuego y Santa Cruz deben mejorar sus planes de prevención y respuesta frente a este tipo de amenazas.
El INPRES destaca que, si bien los tsunamis en el Atlántico Sur podrían no superar los 5 metros de altura, serían lo suficientemente peligrosos como para afectar seriamente a las poblaciones costeras. En este contexto, el monitoreo constante, los sistemas de alerta temprana y la educación sobre riesgos naturales se vuelven esenciales.
Fuente: Billiken
Foto: Convergencias