Una investigación internacional desmantela una red multimillonaria de lavado de dinero, vinculada a élites rusas, cibercriminales y narcotraficantes occidentales.
Una operación conjunta entre agencias policiales de varios países logró desmantelar una de las redes de lavado de dinero más grandes y sofisticadas del mundo. Bajo el nombre «Operación Desestabilizar», la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) del Reino Unido encabezó una investigación que expuso un entramado delictivo valuado en mil millones de dólares, utilizado por cibercriminales, narcotraficantes y figuras cercanas al poder ruso.
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La operación contó con la colaboración de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, la Policía Judicial de Francia y la Garda de Irlanda. Como resultado, se detuvo a 84 personas y se incautaron más de £20 millones en efectivo y criptomonedas. Según la NCA, esta es la operación más importante contra el lavado de dinero en años recientes y ha revelado conexiones inéditas entre actores del crimen organizado internacional.
La red operaba mediante dos grupos principales: Smart, liderado por Ekaterina Zhdanova, y TGR, encabezado por George Rossi, cuyo paradero aún es desconocido. Estas organizaciones utilizaban criptomonedas provenientes de ataques de ransomware para facilitar transacciones ilícitas, como el tráfico de drogas, en economías occidentales. La actividad también incluía eludir sanciones internacionales impuestas a figuras rusas y financiar operaciones de espionaje.
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El sistema funcionaba mediante la conversión de criptomonedas en efectivo, distribuido en más de 50 ubicaciones del Reino Unido. Los fondos obtenidos del narcotráfico en Europa eran enviados a cibercriminales rusos, mientras que estos facilitaban transacciones para adquirir grandes cargamentos de drogas directamente desde Sudamérica.
Rob Jones, director general de operaciones de la NCA, destacó la magnitud del logro al exponer esta red. “Por primera vez, hemos conectado a élites rusas, cibercriminales y narcotraficantes en una sola operación”. Sin embargo, también reconoció que este tipo de actividades son resilientes y que, aunque los principales actores han sido identificados, siempre hay nuevos individuos dispuestos a ocupar su lugar.
Fuente: The Guardian
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