El Gobierno británico y la Comisión Europea acordaron hoy ampliar a tres meses el periodo de gracia para realizar controles aduaneros a los productos cárnicos enviados a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido y que provocan fuertes protestas de los unionistas.
«Nos complace haber podido acordar una prórroga sensata para las carnes refrigeradas», afirmó el ministro del Brexit, David Frost, en referencia a las disposiciones que debían regir a partir de mañana y que generó lo que la prensa llama la «guerra de las salchichas».
Here is our statement on today's agreement enabling sausages and chilled meats to move to Northern Ireland for a further three months, without any requirement for dynamic alignment with EU rules.https://t.co/MgZfg2h6ts pic.twitter.com/MX3oL7fTCd
— David Frost (@DavidGHFrost) June 30, 2021
«Irlanda del Norte es parte integrante del Reino Unido y sus consumidores deben poder disfrutar de los productos que han comprado en Gran Bretaña durante años», añadió en declaraciones que reproduce la agencia de noticias AFP.
En Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, advirtió: «No estamos emitiendo un cheque en blanco» y «esta solución es de carácter temporal».
El primer ministro británico de Boris Johnson enfureció a la Unión Europea (UE) al amenazar con prorrogar unilateralmente un periodo de gracia para la aplicación de los controles, lo que provocó amenazas europeas de represalias, que podían incluir aranceles selectivos.
Pero la disputa se enfrió en los últimos días después de que el Gobierno británico presentara una solicitud formal de prórroga.
El Reino Unido abandonó formalmente el mercado único europeo y la unión aduanera el pasado 1 de enero. El 24 de diciembre ambas partes firmaron un acuerdo comercial, que incluye un «protocolo» relativo al comercio de Irlanda del Norte con el resto del país.
La medida, que impone controles aduaneros a determinadas mercancías procedentes de Gran Bretaña (la isla donde se ubica Inglaterra, Escocia y Gales) está destinada a evitar que productos no controlados entraran en la UE por la vecina República de Irlanda, que sigue siendo parte del bloque europeo.
El motivo por el que Irlanda del Norte sigue estando también dentro del mercado común es impedir el regreso de una frontera física con la vecina República de Irlanda y evitar que se revivan décadas de conflicto entre católicos y protestantes.
Pero las comunidades unionistas de Irlanda del Norte, apegadas a su pertenencia al Reino Unido, se oponen por considerar que esto las separa el resto del país, indicó la agencia Télam.
Por esta razón fueron a la justicia, pero hoy la Alta Corte de Belfast dictaminó que el denominado «protocolo de Irlanda del Norte», negociado en el marco del Brexit, es legal.