Reunidos por Putin, los líderes de Armenia y Azerbaiyán acuerdan no «usar la fuerza»

Los líderes de Armenia y Azerbaiyán acordaron hoy «no recurrir a la fuerza» en la disputada región de Nagorno-Karabaj y «solucionar todos los litigios basándose únicamente en el reconocimiento de la soberanía mutua y de la integración territorial», según una declaración común adoptada tras una cumbre organizada por Rusia.

Durante la cita tripartita realizada en la ciudad de Sochi, en el suroeste de Rusia, el presidente Vladimir Putin se reunió con el primer ministro armenio, Nikol Pashinian y con su par azerbaiyano, Ilham Aliyev, quien le agradeció por dar «un impulso al proceso de normalización».

Putin aseguró en rueda de prensa que el encuentro había «creado un muy buen ambiente para posibles acuerdos futuros».

«Rusia hará todo lo posible para encontrar una solución definitiva y global» al conflicto de Nagorno-Karabaj. A todos nos interesa normalizar las relaciones», subrayó Putin, citado por la agencia de noticias AFP.

Con esta cumbre, el mandatario buscó volver a otorgar a Rusia su tradicional papel de árbitro en esta inestable región, donde Occidente está llevando a cabo sus propios esfuerzos de mediación.

El encuentro aconteció un mes después de unos enfrentamientos fronterizos que dejaron 286 muertos, los peores combates entre las dos exrepúblicas soviéticas en dos años.

En 2020, Armenia y Azerbaiyán libraron una guerra por el control de la región de Nagorno-Karabaj, que se saldó con más de 6.500 muertos.

Esto obligó a Armenia a ceder territorios a Azerbaiyán. Nagorno-Karabaj es un enclave de mayoría armenia, que hizo secesión de Azerbaiyán con el apoyo armenio.

Pese a que se firmó un tratado de paz auspiciado por Moscú, siguieron produciéndose enfrentamientos esporádicos.