En el estudio del envejecimiento, las investigaciones sobre los animales ofrecen lecciones valiosas sobre cómo las relaciones sociales influyen en la longevidad. Recientemente, un conjunto de estudios reveló que las especies más sociables, como los elefantes y los loros, viven más tiempo, mientras que algunas especies solitarias, como los gorriones y los ciervos rojos, tienden a reducir sus interacciones a medida que envejecen.
Un estudio realizado por la Universidad de Oxford analizó 152 especies animales de diversas categorías, como mamíferos, aves e insectos. Los resultados confirmaron que las especies sociales, aquellas que viven en grupos y colaboran entre sí, tienden a vivir más tiempo. Las ventajas de la vida en comunidad incluyen compartir recursos, protección contra depredadores y apoyo para el cuidado de la descendencia. Sin embargo, la sociabilidad también puede traer consigo riesgos, como la transmisión de enfermedades y la competencia entre individuos.
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Entre los hallazgos más sorprendentes, se destacó que las especies sociales retrasan la madurez y tienen más probabilidades de reproducirse con éxito. Los animales que viven en comunidad se benefician de una mayor resiliencia ante cambios ambientales. Aunque la vida en grupo no siempre es ideal para adaptarse rápidamente a entornos cambiantes, estos animales logran una mayor longevidad y bienestar general en comparación con aquellos que llevan una vida más solitaria.
No todo en la vida social de los animales es positivo. El estudio también encontró que las jerarquías sociales y los conflictos internos pueden reducir la esperanza de vida. Por ejemplo, las especies sociales, como los monos y los elefantes, pueden experimentar estrés debido a las disputas por el liderazgo y la competencia por recursos, lo que afecta su salud y longevidad.
Fuente: El Mundo.