“Era lo que esperábamos por parte de la Justicia, muy agradecida con todos, este muchacho no tenía mucho que ver porque no lo dejaron bajar en ningún momento cuando trasladaron el cuerpo”, opinó Claudia Carrasco, mamá de Rosa Acuña.
“Yo quiero 25 años de condena y más también, ahora sí puedo confiar en la Justicia. Gracias a Dios se hizo Justicia, ahora la vida es más liviana, era un peso que no me podía sacar de encima”, admitió.
“Que paguen lo que tengan que pagar, así no les queda más ganas de hacer lo que hicieron, ninguna Rosita menos”, sentenció.
Por su parte, el abogado Federico Ruffa señaló que “desde la acusación y la fiscalía estamos conformes, está dentro de las expectativas de lo que analizábamos porque uno arranca un caso con pretensiones, pero también sabe cuáles donde están las flaquezas de las acusaciones y que dependen de lo que se pueda construir en el debate”.
“Se ha declarado la culpabilidad de las tres principales acusadas, Laura Vargas en su calidad de autora de homicidio y de Oyarzo y Campuzano en su calidad de encubridoras. El Tribunal ha entendido que por la aplicación de la duda razonable la explicación que brindó Samusik era una posible y entendió que había que absolverlo, aunque esperaremos los fundamentos de la sentencia para saber si intentamos un recurso de apelación o no. Pero lo vamos a saber recién cuándo sepamos los fundamentos en extenso”, destacó el letrado.
“Estamos conformes porque no hay formar de salir contentos porque siempre que interviene el sistema penal, sabemos que perdimos todos. Satisfechos, pero siempre con el pesar de que hay una víctima y que hay personas que han sido condenadas”, admitió el querellante.
Respecto de la cuantificación de la pena, aclaró que “es algo que vamos a terminar de resolver con la fiscalía en estos días, pero siempre dijimos que vamos a intentar llegar lo más arriba de la escala penal posible, vamos a depender de lo que podamos construir con la fiscalía, principalmente en base a los testimonios y la prueba que ya se rindió”.
“Hay algunos elementos que demuestran una total falta de empatía con la situación antes y después, un desprecio a la vida, que tendrán su peso. Y si bien la confesión podría beneficiar a la acusada, en los términos que se dio relativiza su peso. Establecer la cantidad de una pena es muy complejo, mucho más difícil de predecir que un veredicto”, advirtió.
“Si la diferencia entre lo que solicita la fiscalía y lo que se consigue efectivamente lo amerita podríamos apelar, pero en principio creemos que no”, adelantó.
Respecto de la absolución de Samusik, analizó que “era posible que el beneficio de la duda le diera la posibilidad de ser absuelto, aunque seguimos sosteniendo que su historia era un poco endeble, aunque no creemos que haya sido una locura la decisión del tribunal, veremos los fundamentos”.
“Entiendo que la reacción social no influyó, las pruebas que se rindieron en el debate fueron concluyentes, lo mismo que el veredicto, hay elementos de sobra para establecer la autoría material que se les endilgaban a estas personas. Está perfecto que una comunidad se manifiesta en el reclamo de Justicia, pero la persona que se sienta en el banquillo de los acusados tiene que tener la tranquilidad de que será juzgado con objetividad”, evaluó Ruffa.