Más de 10.000 militares rusos regresaron a sus bases luego de un mes de maniobras en el sur del país, cerca de la frontera ucraniana, centro de las tensiones entre ambos países que aumentaron en las últimas semanas, informó hoy el Kremlin.
El Ministerio ruso de Defensa señaló en un comunicado que las maniobras «de entrenamiento al combate» tuvieron lugar en varios terrenos militares cercanos a Ucrania: en las regiones rusas de Volgogrado, Rostov, Krasnodar y la península anexionada de Crimea, según informó la agencia de noticias AFP.
Ucrania estimó en los últimos días que 122.000 soldados rusos se encuentran a 200 kilómetros de su frontera compartida, frente a unos 100.000 que estaban en la zona semanas atrás.
En su comunicado, el ejército ruso no especifica a qué bases militares regresaron las tropas. «Con el fin de garantizar un alto estado de alerta durante las fiestas en los emplazamientos militares del distrito militar sur, se asignarán unidades de guardia, refuerzos y fuerzas para hacer frente a posibles situaciones de urgencia», añadió el comunicado.
Desde hace más de un mes, Occidente acusa a Rusia de reunir a decenas de miles de soldados cerca de la frontera ucraniana, con la vista puesta en una posible agresión militar contra Kiev, algo que Moscú niega.
La relación Moscú-Kiev, particularmente tensa tras la anexión de Crimea, recobró tensión en el último tiempo, que se manifiesta por un lado con el acantonamiento de tropas rusas en la frontera entre ambos países y por el otro en el manifiesto respaldo al Gobierno ucraniano por parte de Estados Unidos y los países de la Alianza Atlántica (OTAN).
De hecho, hace dos semanas la OTAN rechazó un pedido de Moscú para que el organismo de cooperación multilateral en defensa retirara la invitación que hizo a Ucrania para que se sume en calidad de adherente.
El conflicto del este de Ucrania entre las tropas de Kiev y los separatistas pro rusos apoyados política y militarmente por el Kremlin va a cumplir ocho años.