Una comisión del Parlamento de Libia dijo hoy que se volvió «imposible» celebrar las elecciones presidenciales de pasado mañana y propuso que se hagan un mes después, en un gran revés para los esfuerzos internacionales de poner fin a una década de caos en el país norteafricano.
Se trató de la primera confirmación oficial de que la votación no se llevará a cabo, aunque este desenlace era ampliamente esperado en medio de múltiples recursos judiciales y reclamos para que se demoraran.
Desde hace casi un año, la elección era el eje central de las gestiones internacionales para pacificar a Libia y terminar con el desastre causado por el derrocamiento de Muammar Kaddafi, hace diez años, y muchos advertían que tanto celebrarlas como no podía desestabilizar aún más el país árabe.
En una carta dirigida al presidente del Parlamento, la comisión encargada de seguir el proceso electoral dijo que había concluido que era «imposible celebrar las elecciones en la fecha prevista del 24 de diciembre».
La Comisión Electoral del país se disolvió anoche sin haber presentado una lista final de candidatos, como se suponía que debía hacer.
La comisión delegó la responsabilidad de la gestión electoral en la comisión parlamentaria. Decenas de legisladores llamaron a los libios a tomar las calles para protestar por la cancelación de los comicios.
Horas después de decir que las elecciones no podían hacerse, la comisión recomendó celebrarlas el 24 de enero, informó la agencia de noticias AFP.
Unos cien candidatos habían presentado sus credenciales para postularse, incluyendo varias figuras de alto perfil que fueron descalificadas, como el hijo y heredero de Kaddafi, Saif al-Islam.