Un juez federal calificó como inconstitucional la medida que buscaba eliminar el derecho a la ciudadanía automática por nacimiento, enfrentando múltiples demandas.
En un fallo que intensifica la disputa sobre políticas migratorias en Estados Unidos, un juez federal de Seattle bloqueó temporalmente la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que buscaba restringir la ciudadanía automática por nacimiento. La decisión calificó la medida como «flagrantemente inconstitucional» y marca el primer revés legal a una iniciativa que ya enfrentaba cinco demandas en tribunales.
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La controvertida orden, firmada en los primeros días del mandato de Trump, establecía que los niños nacidos en suelo estadounidense no serían ciudadanos si sus padres no eran ciudadanos o residentes legales permanentes. Según las proyecciones, más de 150.000 recién nacidos al año habrían quedado sin derechos básicos, como acceso a seguridad social y beneficios gubernamentales.
“El juez ha sido claro: la Constitución no está sujeta a reinterpretaciones que despojen derechos fundamentales”, declaró Lane Polozola, fiscal general adjunto de Washington, quien lideró el pedido de una orden de restricción temporal junto a otros tres estados liderados por demócratas. Polozola destacó que este es solo el inicio de un proceso legal que podría terminar en la Corte Suprema.
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El fallo se basa en la 14ª enmienda de la Constitución, que garantiza ciudadanía a todas las personas nacidas en el país. Mientras los detractores de Trump celebran la decisión, el Departamento de Justicia defendió la orden ejecutiva como un esfuerzo para resolver lo que llamó un «sistema migratorio roto». A su vez, legisladores republicanos presentaron un proyecto para limitar la ciudadanía automática, intensificando la batalla política.
La medida ha polarizado aún más el debate migratorio en Estados Unidos. Aunque el fallo es solo temporal, establece un precedente que podría frenar políticas similares en el futuro y refuerza el alcance histórico de la 14ª enmienda, adoptada en 1868 para garantizar derechos plenos a todos los nacidos en territorio estadounidense.
Fuente: The Guardian.