Turquía lanzó bombardeos en el norte de Siria e Irak en respuesta al ataque que dejó cinco muertos y 22 heridos en la sede de Industrias Aeroespaciales Turcas (TUSAS) en Ankara.
Según el Ministerio de Defensa, «32 objetivos fueron destruidos con éxito» y varios terroristas fueron «neutralizados». El gobierno sospecha que los responsables del atentado pertenecen al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Turquía.
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El ataque en Ankara, que incluyó la detonación de una bomba y disparos, fue llevado a cabo por un grupo armado, presuntamente vinculado al PKK. Aunque el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, calificó el acto como terrorismo, no se han revelado pruebas que confirmen la autoría.
Las operaciones militares turcas contra el PKK en Siria e Irak son frecuentes, y en esta ocasión, las Fuerzas Armadas tomaron medidas para evitar daños a civiles e infraestructura. La OTAN y Rusia expresaron su apoyo a Turquía, condenando el ataque y reafirmando su compromiso en la lucha contra el terrorismo.
Fuente: France 24.