Tyrese Haliburton, la figura estelar de los Indiana Pacers, sufrió una grave lesión durante el Juego 7 de las Finales de la NBA ante Oklahoma City Thunder.
La lesión ocurrió en el primer cuarto del partido decisivo, cuando Haliburton intentaba penetrar hacia el aro sin contacto con un rival. Tras desplomarse en el suelo, comenzó a golpear la cancha visiblemente frustrado, mientras sus compañeros lo rodeaban con gestos de preocupación. El base fue retirado del campo sin apoyar la pierna y cubriéndose el rostro con una toalla.
«Se nos cayó el alma a los pies», declaró Rick Carlisle, entrenador de los Pacers, al finalizar el encuentro. La franquicia de Indiana terminó perdiendo el partido 103-91 y con ello se esfumó el sueño de consagrarse campeones de la NBA. La ausencia de Haliburton fue determinante en el desenlace.
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El jugador ya arrastraba una distensión en la pantorrilla derecha desde el Juego 5, pero decidió jugar a pesar del dolor. “Si puedo caminar, quiero jugar”, había dicho en la previa del séptimo encuentro. Un día antes, admitió que su pierna seguía «rígida y adolorida», pero aun así no quiso perderse el compromiso más importante del año.
Haliburton se había convertido en una de las revelaciones de los playoffs 2025. Promedió 17.7 puntos y 9.0 asistencias por partido, con un 46% de efectividad en tiros de campo. Además, rompió el récord de la franquicia al registrar 197 asistencias en una sola postemporada y fue protagonista de varias jugadas decisivas en el cierre de partidos.
«Fue autor de una de las mejores rachas individuales de playoffs en la historia de la NBA», elogió Carlisle. “Lo hizo como uno de los 17, pero siempre pensó en el equipo antes que en él mismo”. Haliburton terminó viendo el cierre del partido junto a su familia, recibiendo aplausos incluso desde fuera del vestuario.
Fuente: ESPN.