Ucrania resistió un nuevo ataque aéreo masivo lanzado por Rusia durante la madrugada del sábado, según informó la Fuerza Aérea ucraniana.
En total, 33 drones de ataque fueron derribados por las defensas aéreas, mientras que otros 36 fueron desviados mediante sistemas de guerra electrónica. El asalto incluyó 87 drones y 8 misiles, y afectó a diversas regiones del país.
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Las autoridades detallaron que los ataques alcanzaron puntos estratégicos en las regiones de Odesa, Sumi, Donetsk y Zaporiyia, causando daños en infraestructuras civiles. Se trató de una de las ofensivas más intensas de las últimas semanas, realizada con drones tipo Shahed de fabricación iraní y otros dispositivos no tripulados, lo que demuestra la continuidad de la estrategia aérea de Moscú.
En Jarkiv, ciudad cercana a la frontera con Rusia, se reportaron nuevos impactos de drones, un día después de un bombardeo con misiles que dejó un saldo de un muerto y 50 heridos. También en Zaporiyia hubo ataques, según confirmó el gobernador Ivan Fedorov. Las autoridades locales trabajan en la evaluación de los daños y en la asistencia a los civiles afectados.
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Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso informó que interceptó dos drones ucranianos en las regiones de Kursk y Bélgorod. Los dispositivos, de ala fija, fueron derribados en áreas que suelen ser blanco frecuente de ataques transfronterizos. Estas cifras, no obstante, contrastan con los 127 drones que Moscú asegura haber abatido en las últimas 48 horas.
El conflicto entre Rusia y Ucrania continúa mostrando una fuerte escalada en el uso de tecnología no tripulada. Mientras Ucrania fortalece sus defensas aéreas, Rusia mantiene la presión con ataques sistemáticos sobre el territorio. La población civil sigue siendo la más afectada por la intensidad del conflicto en ambos lados de la frontera.
Fuente: DW.