Este 5 de mayo se cumple un año de la muerte de César Luis Menotti, pero su influencia sigue latiendo en cada rincón del fútbol argentino.
El «Flaco», eterno referente de la identidad futbolística nacional, fue parte clave en dos momentos históricos que definieron a la Selección: el primer título mundial en 1978 como entrenador y el tercero en 2022, desde un rol más silencioso pero igual de influyente.
MIRÁ TAMBIÉN | Colapinto suena fuerte para debutar en Imola con Alpine
Aunque no formó parte del cuerpo técnico en Qatar, Menotti acompañó todo el proceso desde su puesto como Director de Selecciones Nacionales, cargo que asumió en 2019. Desde allí, brindó respaldo institucional a Lionel Scaloni y compartió su sabiduría táctica en reuniones privadas que el actual DT ha destacado en múltiples ocasiones.
El vínculo entre Menotti y Scaloni fue más que simbólico. Representó el traspaso de una filosofía futbolística basada en la posesión, el protagonismo y la identidad, que tuvo su origen con el equipo campeón en 1978. Su influencia ayudó a consolidar un proyecto colectivo que terminó con la consagración en el Mundial de Qatar.
MIRÁ TAMBIÉN | Colapinto suena fuerte para debutar en Imola con Alpine
Durante su etapa como técnico, Menotti no solo logró el primer campeonato del mundo para Argentina en 1978, sino que también obtuvo el primer Mundial Sub-20 en 1979. Más allá de los títulos, dejó un modelo de juego que se transformó en escuela. Ya en su faceta dirigencial, impulsó una estructura de selecciones juveniles que hoy sigue vigente.
El fútbol argentino no solo le debe campeonatos a Menotti, sino una forma de entender el deporte. Su legado no se mide en trofeos, sino en ideas, formación y una visión de país futbolístico. A un año de su partida, su nombre sigue siendo sinónimo de refundación, compromiso y estilo.
Fuente: vermouth-deportivo.
Foto por Marcelo Endelli/Getty Images