En la noche del lunes 11 de noviembre, ocurrió un trágico incidente en el centro deportivo de Zhuhai, una ciudad ubicada en el sur de China. Un hombre de 62 años, identificado solo por su apellido Fan, condujo su vehículo hacia un grupo de personas que se ejercitaban en la pista del centro. El ataque dejó 35 muertos y 43 personas heridas de gravedad. Tras el impacto, Fan fue encontrado dentro del coche con un cuchillo y heridas autoinfligidas en el cuello, por lo que fue detenido y trasladado a recibir atención médica.
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La policía de Zhuhai informó que la investigación preliminar sugiere que Fan pudo haber llevado a cabo el ataque debido a una disputa relacionada con la división de bienes en su divorcio. Este hecho ocurrió poco antes de la exhibición aérea anual del Ejército Popular de Liberación, que se celebraría en Zhuhai, pero fue eclipsado por la magnitud del ataque.
El presidente chino, Xi Jinping, expresó su preocupación por la estabilidad social y envió un equipo desde Pekín para coordinar la atención a los heridos y gestionar la crisis. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la información sobre el incidente fue severamente censurada en las redes sociales chinas, limitando las publicaciones sobre lo sucedido. Fuera de China, varios videos del ataque fueron compartidos, mostrando escenas impactantes de las víctimas tendidas en el suelo y los esfuerzos de reanimación de los bomberos.
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El centro deportivo, un lugar habitual de ejercicio y recreación para los habitantes del distrito de Xiangzhou, ha cerrado temporalmente hasta nuevo aviso. Este suceso se suma a una serie de incidentes violentos en China, en los cuales se han registrado ataques al azar en lugares públicos, lo que ha aumentado la preocupación por la seguridad en el país.
Fuente: The Guardian
Foto: El Periódico