Un pequeño pueblo de solo 6.000 habitantes en el sur de la Provincia de Buenos Aires se ha visto invadido por una gran cantidad de loros, lo que ha llevado a los vecinos a adoptar diversas medidas para espantarlos, como la proyección de luces y la generación de ruidos fuertes.
“La cantidad de loros a la mañana es impresionante, y el sonido es aterrador. Por eso creemos que no hay que tirar la toalla. Es muy difícil, lo que tenemos que hacer es trasladar la población, erradicarlos no se puede”, señaló María, una vecina del pueblo afectado, Hilario Ascasubi.
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Uno de los mayores problemas en la localidad, donde la principal actividad es la cosecha de cebollas, es la suciedad que estas aves dejan en las plazas, bancos, autos y techos de locales. Además, los loros han transmitido enfermedades como la psitacosis, que ha causado fallecimientos y ha llevado a la internación de un niño.
“Tenemos que lamentar fallecidos por psitacosis, que trasmite el loro barranquero”, enfatizaron desde el pueblo. “Nuestros niños no pueden ir a los parques porque quedan blancos con el excremento”, agregaron.
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El biólogo investigador de Conicet y docente de la Universidad Nacional del Sur (UNS), Sergio Zalba, explicó que el problema se debe a la pérdida de hábitat de los loros debido a los desmontes, la sequía y el cambio climático.
“Hay un problema de convivencia, el animal se fue quedando sin hábitat por los desmontes y si a eso le sumamos la sequía y el cambio climático, la consecuencia es que tengan que buscar nuevos lugares”, dijo Zalba. “Es una especie endémica, sólo está en la Argentina y en Chile, son muy vistosos, muy bulliciosos y el problema es que se han metido en el tejido urbano en búsqueda de un lugar seguro”, añadió.
FUENTE: Diario Hoy.