La ciudad china de Guangzhou, en el sur del país, ha superado el récord de calor de 1994 y sigue sin entrar en otoño debido a temperaturas excepcionalmente altas.
Guangzhou, una de las ciudades más grandes y cálidas de China, continúa oficialmente en verano a mediados de noviembre debido a temperaturas que aún no bajan del umbral necesario para marcar el cambio de estación. Esta semana, la ciudad, con casi 19 millones de habitantes en la provincia de Guangdong, rompió un récord de calor que se mantenía desde 1994, alcanzando 235 días de verano, un día más que el récord anterior.
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En lugar de basarse en fechas del calendario, el servicio meteorológico de Guangdong vincula el cambio de estaciones a las temperaturas. Según este criterio, el otoño no comienza hasta que la temperatura media diaria durante cinco días consecutivos es inferior a los 22°C, lo que aún no ha sucedido en Guangzhou. De acuerdo con un comunicado oficial, se espera que las temperaturas continúen por encima de este umbral al menos hasta el 18 de noviembre. Este verano comenzó el 23 de marzo.
El fenómeno se ha explicado por una débil presión del anticiclón siberiano, que normalmente trae aire frío y seco al hemisferio norte. Esta anomalía climática ha reducido la cantidad de viento frío en la región. Actualmente, la temperatura media en Guangzhou es de 24,9°C, 1,2°C por encima de los valores históricos para la época del año.
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Además de las altas temperaturas, Guangzhou ha sufrido otros fenómenos meteorológicos extremos. En abril, un tornado dejó al menos cinco muertos y varias decenas de heridos, mientras que las inundaciones han afectado gravemente a la provincia de Guangdong. Los eventos climáticos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones, son cada vez más comunes en China, y su frecuencia e intensidad se han visto exacerbadas por el cambio climático provocado por el ser humano.
En 2022, una ola de calor prolongada en Guangzhou y otras ciudades de China causó un aumento récord en el consumo de electricidad debido al uso intensivo de aires acondicionados, lo que provocó cortes de energía en diversas áreas. En respuesta a estos desafíos, las autoridades chinas se han enfocado en garantizar la seguridad energética, a la par que continúan impulsando la transición hacia fuentes de energía renovables.
Fuente: The Guardian