Un estudiante de 20 años de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), oriundo de Puerto Rico, se encuentra detenido en Oberá tras ser hallado en posesión de más de 4.300 imágenes de abuso sexual infantil. La investigación sugiere que el joven, que daba clases particulares a menores, podría estar involucrado en la producción de este material.
El operativo que llevó a la detención del acusado se realizó en un departamento del barrio Gunther, en Oberá. La intervención fue llevada a cabo por la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos de Gendarmería Nacional y la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), bajo la supervisión del juez Horacio Alarcón. Durante el allanamiento, los agentes encontraron los archivos prohibidos en equipos informáticos activos, sin que el detenido opusiera resistencia.
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La identificación del sospechoso fue posible gracias a herramientas tecnológicas avanzadas, como el sistema Icaccops (Internet Crimes Against Children Child On-line Protection System), que rastrea el tráfico de material de explotación sexual infantil en línea. Este sistema ayudó a localizar el protocolo de internet asociado a los archivos y el inmueble desde donde se traficaba el material.
Además de enfrentar cargos por posesión y tráfico de imágenes de abuso infantil, la investigación se centra en determinar si el joven también produjo parte del material. Su rol como profesor particular de matemáticas para alumnos de primaria y secundaria ha levantado preocupaciones sobre posibles víctimas dentro de ese entorno.
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El joven permanece en la Seccional Cuarta de Oberá, y su caso podría resultar en una pena de entre tres y seis años de prisión, según la Ley 27436, modificada en 2018. Esta legislación establece penas severas para la producción, financiamiento, distribución y tenencia de material de abuso infantil. La ley castiga con penas de hasta seis años la producción y distribución de dicho material, y con entre cuatro meses a un año la simple tenencia, con aumentos de pena si las víctimas son menores de 13 años.
Vecinos del acusado lo describen como una persona introvertida y con pocas interacciones sociales. Su madre, residente en el departamento, le provee comida diariamente. El joven es aficionado a los animes y posee varios muñecos del género.
Fuente y foto: Diario El Territorio de Misiones.
