Los trabajadores en estas minas a menudo trabajan en condiciones extremadamente peligrosas, con poca protección y con herramientas rudimentarias. En muchos casos, las minas no están reguladas ni inspeccionadas, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Además, la explotación de minerales que se utilizan en la fabricación de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y computadoras portátiles, ha estado vinculada con la financiación de conflictos armados en la región. Esto ha llevado a la explotación laboral, la violencia y el tráfico de personas en las minas artesanales.
Las minas también tienen un impacto ambiental negativo en la región, con la contaminación del agua y el suelo y la deforestación. Los desechos de la minería pueden contaminar los ríos y lagos, lo que afecta a la salud de las personas y la vida silvestre en la región.
En resumen, las minas artesanales en el Congo son peligrosas tanto para los trabajadores como para el medio ambiente. La explotación laboral, la violencia, el tráfico de personas y la contaminación son problemas graves asociados con estas minas.