Volkswagen atraviesa una de las etapas más críticas de su historia con la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania y despedir personal, en un intento por frenar las pérdidas provocadas por la caída en ventas y el impacto de la competencia china.
El sector automovilístico europeo está bajo presión, enfrentando una fuerte competencia de marcas chinas y una desaceleración en las ventas de vehículos eléctricos. A pesar de ser un líder mundial en el segmento, Volkswagen está lidiando con una caída en la demanda y una economía alemana que se acerca a la recesión. Este entorno adverso ha forzado a la compañía a contemplar medidas extremas para reducir costos.
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Desde 2023, Volkswagen ha implementado un plan de reducción de gastos que incluye un recorte de 10.000 millones de euros hasta 2026. Este plan abarca una disminución del 20% en los costos administrativos y la eliminación de varios privilegios para empleados de alto rango. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para contrarrestar las pérdidas en ventas, especialmente con la creciente competencia de marcas chinas en el mercado europeo.
El plan de ajuste actual podría poner fin a un acuerdo firmado con los sindicatos en 2021, que garantizaba la seguridad laboral hasta 2029. La caída en las ventas y la transición lenta hacia los vehículos eléctricos han exacerbado la crisis, llevando a Volkswagen a considerar medidas aún más drásticas para estabilizar su situación financiera.
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«Las cifras muestran claramente que nuestros esfuerzos actuales para reducir costos no son suficientes,» afirmó un portavoz de Volkswagen. La empresa enfrenta elevados costos fijos y otros factores que están afectando su rentabilidad, impulsando la necesidad de un ajuste más severo en su estructura operativa.
Fuente: Xataka
Foto: Urgente24