El senador nacional por Río Negro, Alberto Weretilneck, presentó en el Senado un proyecto de ley que contempla la posibilidad de que los usuarios patagónicos queden eximidos de pagar impuestos por el uso de combustibles líquidos o gaseosos.
Además, el exgobernador rionegrino recordó que la compensación impositiva para los habitantes de las provincias que producen combustibles fue prácticamente eliminada a fines de 2017, mediante de la reforma tributaria llevada adelante por la administración de Mauricio Macri.
El proyecto, que incluye también a La Pampa, al partido bonaerense de Patagones y al Departamento de Malargüe de Mendoza, consiste en reponer en toda la zona la exención del Impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) en los términos establecidos mediante la ley 27.209 del año 2015 «y también del Dióxido de Carbono que hoy se aplica en todo el país», explicó Weretilneck.
De ese modo, se sustituyó el impuesto al gas natural por un tributo nuevo, denominado Impuesto al Dióxido de Carbono, que grava con una suma fija por litro los mismos productos que gravan el Impuesto a los Combustibles líquidos en todo el territorio nacional.
Según Weretilneck, se trata de «una reivindicación para los patagónicos no solo porque en esta región se produce el petróleo y el gas, sino también por lo caro que significa vivir y producir en estas provincias».
«Esa ley en vez de eliminar el porcentaje, lo que hacía era imponer un valor fijo», aclaró el senador rionegrino.
En ese sentido precisó que «con la inflación de los últimos años ese beneficio se fue diluyendo, hora buscamos el espíritu de la ley sancionada en aquel momento, para que los patagónicos no paguemos ese impuesto».
«La idea es que los impuestos que gravan el litro de combustible gaseoso o líquido no alcance al usuario patagónico», remarcó el exgobernador rionegrino.
Según estimó, «para un litro de nafta el impuesto significa alrededor de $19,50, para el gasoil común $12 y para otro tipo de combustible unos $10».
Para finalizar, Alberto Weretilneck argumentó que «para llenar un tanque con combustible, se pagan unos $800 de impuestos por usuario, sin contar lo que eso representa para un barco pesquero en el golfo, para un productor en el valle, para el uso del Tren, o para un transporte escolar».