Las autoridades militares de Birmania informaron que los muertos por el terremoto en Birmania ascendieron a 3.514, tras el sismo de magnitud 7,7 que azotó al país el pasado 28 de marzo. El movimiento telúrico devastó regiones enteras del centro-norte birmano.
Además, el último informe oficial reporta 4.809 heridos y al menos 210 personas desaparecidas. La ciudad de Mandalay, la segunda más poblada del país, fue una de las más afectadas.
Según la ONU, hay 17 millones de personas afectadas, incluidos nueve millones especialmente damnificados en 57 municipios cercanos al epicentro, ubicado entre Sagaing y Mandalay.
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Las tareas de emergencia continúan este lunes con el apoyo de equipos internacionales enviados desde Rusia, China, India y Bielorrusia, los pocos países que mantienen vínculos diplomáticos con el régimen militar birmano.
La situación humanitaria se agrava debido a los conflictos armados internos, que dificultan la distribución de ayuda en zonas controladas por la oposición, según denunció Naciones Unidas.
Grupos prodemocracia también acusan a la junta militar de obstaculizar el acceso a material de emergencia en áreas que no están bajo su control. Mientras tanto, el general Min Aung Hlaing visitó Mandalay para agradecer la cooperación extranjera.
Fuente: DW.
Imagen: Zaw Htun/AFP.