Hasta el 40% de los casos de cáncer podrían evitarse con cambios simples pero consistentes en la vida diaria, según el prestigioso oncólogo estadounidense Mikkael A. Sekeres, jefe de Hematología en el Sylvester Comprehensive Cancer Center.
En una columna publicada en The Washington Post, compartió 11 hábitos que, con respaldo científico, tienen el potencial de disminuir considerablemente la incidencia de esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo.
MIRÁ TAMBIÉN | ¿Palta todos los días? Lo bueno y lo malo de este hábito
La clave está en la prevención. Sekeres, quien ha vivido la enfermedad de cerca por la situación de su madre y otros familiares, sostiene que la alimentación, el ejercicio, la vacunación y la eliminación de hábitos nocivos son pilares fundamentales para reducir riesgos. Entre sus principales recomendaciones están consumir más frutas y verduras, evitar carnes procesadas, usar protector solar diariamente y reducir el consumo de alcohol.
Además, destaca la importancia de medidas concretas como hacerse colonoscopías desde los 45 años, mantener un peso saludable y dejar de fumar. También sugiere sustituir grasas animales por aceites vegetales, evitar alimentos ultraprocesados y realizar al menos 150 minutos de ejercicio a la semana. Estos factores, afirma, tienen un fuerte respaldo en estudios internacionales y deben incorporarse desde edades tempranas.
MIRÁ TAMBIÉN | Día del Ejército: 215 años al servicio de la Nación
Las vacunas contra el VPH y la hepatitis B también ocupan un lugar central en su propuesta preventiva. Según los CDC, gracias a la vacunación, se ha reducido significativamente la tasa de infecciones vinculadas a cánceres de cuello uterino y de hígado. En conjunto, estas estrategias forman una guía integral basada en evidencia científica para mejorar la salud a largo plazo.
Con más de 1,8 millones de nuevos casos de cáncer diagnosticados en Estados Unidos en 2021 y unas 600.000 muertes en 2022, las cifras son claras: la prevención debe ocupar un lugar protagónico en las políticas públicas y en la conciencia individual. Como concluye Sekeres, no se trata solo de vivir más, sino de vivir mejor.