La vida adolescente está cambiando a gran velocidad y con ello, los riesgos para su salud física y mental.
Según un reciente informe de la prestigiosa revista médica The Lancet, más de mil millones de personas de entre 10 y 24 años podrían enfrentar graves problemas de salud de aquí a 2030. Entre las principales amenazas se destacan el cambio climático, el auge de la inteligencia artificial, el aumento de la obesidad y una profunda crisis de salud mental.
MIRÁ TAMBIÉN | Cielo de junio: luna de fresa, Marte y el solsticio
La actual generación juvenil será la primera en vivir toda su vida bajo los efectos de un clima global inestable. Para el año 2100, los adolescentes experimentarán temperaturas hasta 2.8 °C más altas que en la era preindustrial, lo que se traduce en olas de calor más intensas, inseguridad alimentaria y nuevas enfermedades. A pesar de ser quienes más sufrirán las consecuencias, los jóvenes no suelen tener voz en la toma de decisiones climáticas.
Aunque ofrecen oportunidades educativas y de conexión, las plataformas digitales también generan aislamiento, ciberacoso y sobreexposición a contenidos dañinos. El informe destaca que la maduración de la inteligencia artificial intensificará estos efectos, exigiendo regulaciones más sólidas y educación digital crítica para proteger a las nuevas generaciones.
MIRÁ TAMBIÉN | El banco Santander presentó oficialmente SuperMovilidad
Obesidad y salud mental: dos crisis en ascenso
El informe estima que 464 millones de adolescentes tendrán sobrepeso en 2030, una cifra impulsada por dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios. A la par, la salud mental se consolida como la principal causa de carga de morbilidad entre los adolescentes. El suicidio y los trastornos mentales podrían generar una pérdida de 42 millones de años de vida saludable en la próxima década.
¿Hay esperanza para revertir la tendencia?
A pesar del sombrío panorama, los expertos destacan que estas amenazas están interconectadas y pueden abordarse con políticas públicas bien dirigidas. Invertir en salud adolescente, mejorar el acceso a servicios adecuados y empoderar a los jóvenes es clave. Para Sarah Baird, copresidenta del informe, “los jóvenes aún tienen esperanza y quieren construir un futuro mejor”.
Fuente: nationalgeographicla.
Imagen de archivo.