En las cocinas argentinas está ocurriendo un cambio silencioso pero notorio: el clásico rollo de cocina de papel comienza a ser desplazado por paños reutilizables. La tendencia responde a un cambio de hábitos que prioriza la economía doméstica, la practicidad y el cuidado del medioambiente.
Los repasadores de tela, ya sean de microfibra, algodón o incluso de retazos reciclados, ofrecen múltiples ventajas. A diferencia del papel, que debe reponerse semanalmente, estos paños pueden usarse durante meses, resistiendo cientos de lavados sin perder su funcionalidad. Algunos fabricantes incluso los presentan en formato de rollo con velcro, imitando el estilo tradicional para facilitar la transición.
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Entre los beneficios más valorados se destacan el ahorro económico a mediano plazo, la reducción significativa de residuos y su versatilidad. Sirven para secar, limpiar, absorber líquidos y hasta como elemento decorativo. En un contexto donde los precios suben y la conciencia ambiental crece, estos repasadores se consolidan como una solución inteligente.
El cambio no se da de un día para el otro, pero gana adeptos de forma sostenida. El papel aún sigue presente, pero cada vez más hogares optan por estas alternativas duraderas y sustentables. A nivel visual también ofrecen una ventaja: vienen en distintos colores y estampas, aportando un toque estético a la cocina.
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Esta tendencia se suma a otras prácticas sostenibles que buscan reducir el consumo desechable en el hogar. Reemplazar el rollo por paños reutilizables es un pequeño gesto con gran impacto, tanto en el bolsillo como en el planeta. Ideal para quienes quieren vivir de manera más consciente sin resignar higiene y funcionalidad.
Fuente: TyC Sports.