El presidente de Siria, Ahmed al Sharaa, instó a la «unidad nacional» tras los enfrentamientos en las zonas costeras, que han dejado más de 1.000 muertos desde el jueves. La mayoría de las víctimas son civiles alauitas.
«Lo que está pasando son desafíos previsibles. Debemos preservar la paz civil tanto como sea posible», declaró Al Sharaa en un discurso en Damasco. El mandatario, exlíder de la coalición islamista HTS, aseguró que no hay que temer por el futuro del país.
Los enfrentamientos estallaron cuando insurgentes alauitas leales a Bashar al Asad atacaron en Latakia. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 745 civiles alauitas fueron asesinados a manos de las fuerzas de seguridad en Latakia, Tartús, Hama y Homs.
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Videos de activistas muestran ejecuciones sumarias, torturas y disparos a quemarropa. La cifra de fallecidos asciende a 1.018, incluyendo 125 miembros de seguridad y 148 combatientes pro Al Asad.
El gobierno no ha reconocido los abusos, pero prometió acciones legales contra los responsables de «excesos» o «venganzas» durante las operaciones militares.
Fuente: DW.
Imagen: Mahmoud Hassano/REUTERS.