El presidente Alberto Fernández llegó hoy a la ciudad de Berlín, donde mañana se reunirá con la canciller alemana, Ángela Merkel, en el marco de las segunda etapa de su gira europea en busca de respaldo político de cara a la renegociación de la deuda externa de Argentina con el FMI y acreedores privados.
Las gestiones del mandatario argentino ya dieron buenos frutos en El Vaticano, a partir de su encuentro privado con el papa Francisco, y en Roma, con las reuniones que mantuvo con su colega italiano, Sergio Matarella, y con el primer ministro de ese país, Giuseppe Conte.
Luego de la cita de mañana con Merkel, Fernández viajará el martes a Madrid, para encontrarse con el presidente del gobierno de coalición progresista de España, Pedro Sánchez y luego se desplazará a París para almorzar con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
La reunión con Merkel
El encuentro entre Fernández y Merkel está previsto para mañana a las 20 hora local (16 de Argentina) en la sede de la Cancillería Federal (Bundeskanzleramt, en alemán), un moderno edificio de hormigón y cristal situado a orillas del río Spree, en uno de los perímetros del Tiergarten, el pulmón verde de Berlín.
De la reunión con el equipo de la canciller participará también el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se sumará a la delegación oficial esta tarde.
El Presidente y su comitiva llegaron a Berlín a las 11.30 hora local (7.30 de Argentina) y se dirigieron al céntrico hotel Regent, donde se alojarán hasta el lunes por la noche.
Poco después, la delegación argentina salió a almorzar a un cercano restaurante francés y utilizará la tarde de lluvia para prepararse para las importantes reuniones que mantendrá mañana con empresarios y con la canciller alemana.
Merkel, de 65 años, está a cargo de la mayor economía europea y encara la recta final de su cuarto mandato consecutivo –que culmina en 2021-, con su liderazgo debilitado internamente por la pérdida de apoyo electoral, pero ejerciendo aún una enorme influencia en la Unión Europea y a nivel mundial.
Fernández necesita el apoyo de la canciller alemana -o al menos que no se oponga- a sus planes de extender los vencimientos de la deuda de Argentina con el FMI.
El mensaje que envíe Merkel puede influir en sus socios y también en lo que hagan los grandes fondos de pensiones del Viejo Continente con inversiones en el país.