Comer alimentos con proteína de calidad es más que una simple elección; es una necesidad para que el organismo funcione en forma adecuada. La proteína es el macronutriente encargado de formar y reparar los tejidos, producir enzimas, transportar oxígeno en la sangre y dar estructura tanto a los músculos como a la piel, el pelo y las uñas.
Dentro de los alimentos más ricos en proteína están tanto productos animales como vegetales. Por ejemplo, el salmón, el huevo, el yogurt griego o la pechuga de pollo están cargados de proteína de alta calidad, además de micronutrientes como el calcio, el zinc o el selenio, que fortalecen tanto los huesos como el metabolismo.
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Pero también podemos encontrar proteína en alimentos de origen vegetal, como la quinoa, las legumbres, las semillas o la soja. Porotos, garbanzos, arroz, avena o almendras están repletos de proteína junto con fibra, antioxidantes y otros nutrientes que mantienen el organismo en equilibrio.
Además, la proteína tiene un rol clave en la conservación de la masa muscular en adultos mayores, ayudándoles así a prevenir tanto la debilitada de los músculos como la fragilidad de los huesos. Por eso es importante que tanto jóvenes como adultos incluyan en cada comida alimentos con proteína de calidad.
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Comer proteína de forma distribuida a lo largo del día también optimiza el crecimiento y reparación de los tejidos. Esto significa que es conveniente consumir alimentos con proteína tanto en el desayuno como en el almuerzo, la merienda y la cena. La variedad es la clave: así podemos combinar legumbres, animales, huevos y productos lácteos para obtener así todos los aminoácidos que el organismo necesita.
Fuente: Infobae.