La delegación argentina abandonó la cumbre climática COP29, que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, por decisión del gobierno nacional. Técnicos de la Secretaría de Ambiente y funcionarios de Cancillería recibieron la orden de regresar al país, lo que ha generado sorpresa entre las delegaciones y representantes de otros países presentes en el evento.
Desde el inicio de la cumbre, Argentina había participado en grupos de negociación como el Grupo Sur y el G77 + China, aunque la representación fue simbólica y sin intervención activa. Fuentes de la delegación señalaron que la instrucción de retirarse responde a la postura del presidente Javier Milei, quien ha cuestionado abiertamente las políticas climáticas globales, considerándolas parte de una agenda «socializante».
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El presidente Milei y su equipo han sostenido que las regulaciones climáticas impulsadas por organismos internacionales no deberían imponerse de forma uniforme, especialmente en países en desarrollo. En su declaración escrita para la cumbre, Argentina manifestó su rechazo a estas regulaciones y abogó por un enfoque basado en «evidencia sólida», aunque este mensaje no fue leído en el evento.
La salida de la delegación argentina también se enmarca en una transición interna dentro de Cancillería. Cambios recientes en los cargos de liderazgo, incluyendo la partida de la subsecretaria Marcia Levaggi y otros funcionarios claves, habrían complicado aún más la participación argentina en la cumbre, que ahora continuará sin representación oficial del país.
Representantes de otras delegaciones, incluyendo diplomáticos europeos, expresaron su desconcierto ante la decisión de Argentina de no mantenerse en el evento, considerando que la participación en este tipo de cumbres es crucial para acordar compromisos en la lucha contra el cambio climático. La COP29 continuará hasta el 22 de noviembre, con la participación de diversos líderes internacionales, pero sin la presencia de la delegación argentina.
Fuente: La Nación.