Austria enfrenta un momento político histórico, ya que el partido ultraderechista FPÖ, liderado por Herbert Kickl, podría encabezar el gobierno por primera vez desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial. Este escenario se volvió más factible luego del colapso de las negociaciones para formar un gobierno sin el FPÖ, tras su victoria en las elecciones de septiembre con el 29 % de los votos.
El presidente Alexander Van der Bellen, conocido por sus reservas hacia Kickl, anunció su disposición a reunirse con el líder ultraderechista. Este gesto ocurre tras la renuncia del canciller Karl Nehammer como presidente del Partido Popular Austríaco (ÖVP), quien no logró consolidar una coalición centrista. «Es necesario un gobierno estable hoy», declaró Christian Stocker, líder interino del ÖVP, quien ha autorizado el inicio de conversaciones con el FPÖ.
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La incertidumbre política crece en el país alpino, miembro de la Unión Europea. El FPÖ, con raíces históricas controvertidas y una creciente popularidad que alcanza el 35 % según encuestas recientes, podría formar un gobierno en solitario o en coalición. Sin embargo, esta perspectiva ha generado divisiones, especialmente en torno a temas como el déficit presupuestario.
El FPÖ, que ya participó como socio minoritario en gobiernos de 2000 y 2017, afronta ahora la posibilidad de liderar el país por primera vez. «Es hora de construir un gobierno fuerte», enfatizó Kickl, quien se posiciona como una figura clave en el escenario político europeo.
Fuente: DW.
Imagen: Heinz-Peter Bader/AP/dpa/picture alliance.