En el corazón de las Yungas, el Balneario La Toma se alza como un paraíso escondido que combina cascadas, selva y aguas termales, a pocos kilómetros de Tafí Viejo.
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Tucumán, conocido como el Jardín de la República, esconde un rincón mágico ideal para los amantes de la naturaleza. A las afueras de Tafí Viejo y muy cerca de San Miguel de Tucumán, el Balneario La Toma ofrece una experiencia única en un entorno selvático. Su principal atractivo es la cascada de Aguas Chiquitas, una caída de agua de 60 metros rodeada de exuberante vegetación, helechos y enredaderas, que convierten el lugar en un espectáculo visual.
Además, el balneario es famoso por sus manantiales termales naturales, cuyas aguas son ricas en minerales con propiedades terapéuticas y relajantes. Este paraíso subtropical invita a sumergirse en su serenidad mientras se disfruta de paisajes que combinan tranquilidad y biodiversidad.
Los visitantes también pueden explorar el área a través de senderos rústicos, ideales para el trekking y la aventura. El lugar, poco concurrido, es perfecto para desconectarse del bullicio urbano y reconectar con la naturaleza.
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Lleve ropa cómoda, calzado antideslizante y repelente de insectos. Evite visitar en días de lluvia, ya que los senderos pueden volverse resbaladizos. Se sugiere ir acompañado de un guía local para una experiencia segura y enriquecedora.
El Balneario La Toma es una joya oculta de Tucumán que promete una experiencia inolvidable, donde la naturaleza y el relax se combinan para ofrecer una escapada perfecta.
Fuente: Noticias Argentinas
Foto: Vía País