La esposa del presidente Pedro Sánchez deberá declarar nuevamente el 18 de noviembre.
El juez Juan Carlos Peinado ha citado a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que declare el próximo 18 de noviembre, ampliando así las acusaciones en su contra por presunta apropiación indebida e intrusismo profesional. Esta decisión se enmarca dentro de una investigación que ya la señalaba por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, tras una querella presentada por la organización ultra Hazte Oír.
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En un auto fechado el 28 de octubre, el magistrado señala que existen indicios suficientes para investigar a Gómez por la posible apropiación de un software desarrollado en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Este software, vinculado a la Cátedra de Transformación Social Competitiva que Gómez codirigía, se había creado para facilitar el acceso a información sobre competitividad y responsabilidad social para pequeñas y medianas empresas.
Además del delito de apropiación indebida, que conlleva penas de prisión de entre seis meses y ocho años, el juez también investiga un posible intrusismo profesional, ya que se cuestiona si Gómez posee la cualificación necesaria para gestionar la plataforma tecnológica. Este delito puede acarrear penas de hasta tres años de prisión, según lo estipulado en el Código Penal.
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La controversia se intensifica dado que el software dejó de funcionar recientemente, tras Gómez no pagar la cuota de renovación, lo que generó dudas sobre su gestión. La Universidad Complutense, al realizar una investigación interna, no encontró pruebas concluyentes de la apropiación indebida, pero decidió elevar sus dudas al juzgado tras conocer que Gómez había constituido una sociedad con el mismo nombre que la cátedra.
Pedro Sánchez, en respuesta a las acusaciones dirigidas a su esposa, ha defendido que las querellas provienen de organizaciones ultraderechistas, desestimando su veracidad y asegurando que la verdad saldrá a la luz con el tiempo. La situación sigue generando gran atención mediática y política, mientras ambos continúan bajo el escrutinio público.
Fuente: EL PAÍS
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