El gobierno de Bolivia informó que resolvió suspender temporalmente las exportaciones de alimentos para evitar un desabastecimiento interno a raíz de las huelgas y bloqueos de rutas y ciudades en la región oriental del país, donde se lleva adelante una protesta con el fin de que se adelante para 2023 el censo de población programado para 2024.
“Esta medida es preventiva, porque hemos escuchado sobre un posible desabastecimiento de estos alimentos estratégicos; por eso, estamos suspendiendo temporalmente la exportación de los productos como el grano de soja, azúcar, aceite y carne de res”, afirmó el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
La restricción temporal entra en vigencia mañana y alcanza a productos como el grano de soja, torta de soja, harina integral de soja, azúcar, aceite y carne vacuna.
Huanca subrayó que la medida busca garantizar un precio justo de los alimentos en el mercado interno, según la agencia de noticias Sputnik.
Bolivia exportó en 2021 aproximadamente 8.400 toneladas de carne vacuna a China y Rusia, principalmente, y vende derivados de soja a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, entre otros destinos.
Mientras tanto, el departamento oriental Santa Cruz, el motor económico del país, amaneció hoy con rutas y caminos bloqueados, en el quinto día de huelga para reclamar el adelantamiento del censo.
Quienes llevan adelante la medida argumentan que el censo permitirá actualizar la representación legislativa de la región y la cantidad de fondos estatales que recibe.
La mayoría de los bloqueos transcurrió en calma, después de que disturbios en el contexto de la protesta dejaran un muerto el sábado pasado, según la agencia AFP.
Tras una infructuosa negociación inicial, el presidente Luis Arce convocó para este viernes una reunión con gobernantes de todas las regiones de Bolivia para encontrar “una solución definitiva” sobre la fecha del censo.
El gobernador de Santa Cruz, el opositor Fernando Camacho, confirmó su asistencia, aunque rechazó que el encuentro se realice fuera de la región en conflicto, y pidió la mediación de la Iglesia para tener “!una garantía de alguien imparcial”.
Mientras tanto, manifestantes continuaron colocando neumáticos, ramas y banderas nacionales y regionales para impedir el paso en calles y rutas, y numerosos comercios mantuvieron sus puertas cerradas.