Brasil: Eurocámara condenó el intento de golpe y pidió a Bolsonaro reconocer la derrota
El Parlamento Europeo condenó el ataque en Brasilia, Capital del vecino país; y pidió al ex presidente Bolsonaro aceptar el resultado electoral que le dio la victoria a Lula da Silva.
El Parlamento Europeo condenó este jueves “en los términos más enérgicos” el ataque contra los 3 poderes públicos en Brasil el 8 de enero, perpetrado por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro, y expresó su apoyo a “los esfuerzos en curso para garantizar una investigación rápida, imparcial, seria y eficaz” de lo ocurrido.
En una resolución no vinculante aprobada por 319 votos a favor, 46 en contra y 74 abstenciones, los eurodiputados pidieron explícitamente al expresidente Bolsonaro y sus partidarios “aceptar el resultado democrático de las elecciones” de octubre.
El documento expresa “solidaridad con el presidente democráticamente elegido Lula da Silva, su Gobierno y las instituciones brasileñas”.
El texto señala también las conexiones “entre el auge del fascismo transnacional, el racismo, el extremismo y, entre otros, los acontecimientos ocurridos en Brasilia” y el asalto al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021.
Igualmente menciona una conexión con “las detenciones en diciembre de 2022 en relación con un atentado planeado contra el Bundestag (Parlamento) alemán”.
El domingo 8 de enero, miles de partidarios de Bolsonaro protagonizaron un asalto a la Plaza de los Tres Poderes, el punto en Brasilia donde se encuentran el Palacio de Gobierno, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.
La multitud invadió los 3 edificios y provocó destrozos y daños patrimoniales en protesta por la victoria de Da Silva, por considerar que la elección fue manipulada para perjudicar a Bolsonaro.
A raíz de los ataques, más de mil personas fueron detenidas. La Fiscalía presentó el lunes ante el Supremo Tribunal Federal sus primeros cargos contra 39 personas sospechosas de participar en los desmanes.
Bolsonaro abandonó el país el 30 de diciembre y se instaló en Estados Unidos para evitar entregar el mando a su sucesor.