Los precios de los vinos de Burdeos han sufrido un fuerte declive, lo que ha llevado al Gobierno francés a destinar 200 millones de euros en subvenciones para compensar las pérdidas de los viñedos. Aunque oficialmente se informa de la pérdida de 9.500 hectáreas de viñedos, algunos expertos estiman que la cifra real podría ser mucho mayor, alrededor de 30.000 hectáreas adicionales.
La región de Burdeos cuenta con 14.000 productores y 113.000 hectáreas de viñedos, siendo el 43% de estos viñedos dedicados a la producción de vinos genéricos de bajo valor. La industria vinícola de Burdeos se ha estancado y no ha evolucionado para adaptarse a los nuevos gustos y preferencias de los consumidores, lo que ha contribuido a su crisis.
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Los cambios en la geopolítica del vino también han afectado a Burdeos, ya que China, que antes elevaba los precios de los vinos de Burdeos, ahora los adquiere a precios considerablemente más bajos. Además, la tendencia hacia la autarquía y el aumento en la preferencia por el vino nacional en Estados Unidos han creado nuevos desafíos para la región.
A pesar de esta situación, las marcas de vino de Burdeos de primera línea, como Petrus, Lafite-Rothschild y Mouton-Rothschild, siguen encontrando compradores y no necesitan apoyo estatal. Sin embargo, las casas de segunda y tercera división están sufriendo las consecuencias de esta crisis, con descensos significativos en los precios de sus vinos.
La situación en Burdeos también plantea preocupaciones para otras regiones vinícolas, como Rioja en España, que podrían enfrentar desafíos similares debido a la sobreproducción y la falta de viabilidad económica en algunos casos.
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En este nuevo panorama del mundo del vino, las etiquetas ya no son suficientes para atraer a los consumidores, y la competencia es feroz, con una amplia gama de opciones de vinos de diferentes regiones y estilos. Los jóvenes consumidores buscan nuevas experiencias y están explorando vinos de otras regiones, incluyendo el Jura, Alsacia, Saboya y Borgoña, así como vinos orgánicos y biodinámicos.
En resumen, la icónica región de Burdeos se enfrenta a un desafío sin precedentes en la industria del vino debido a la sobreproducción, la falta de adaptación a los nuevos gustos y la creciente competencia internacional. Aunque algunas bodegas de renombre siguen prosperando, otras están luchando por mantenerse a flote en un mercado vinícola en constante cambio.
FUENTE: El País