En un impresionante despliegue de ingenio y supervivencia, una manada de cachalotes se defendió de un ataque de orcas frente a la costa sur de Australia Occidental utilizando una táctica inesperada: expulsaron una «gran burbuja oscura» de excremento.
Fue testigo de primera mano por la bióloga marina Jennah Tucker, quien se encontraba a bordo de una expedición de Naturaliste Charters dedicado a la observación de cetáceos en el cañón Bremer, un conocido santuario de ballenas situado entre Albany y Hopetoun.
El encuentro tuvo lugar cuando Tucker y otros entusiastas de la vida marina notaron a un grupo de orcas persiguiendo algo con determinación. Pronto se reveló que el objetivo era una manada de cachalotes, incluyendo a uno notablemente más pequeño que los demás, que parecían estar exhaustos y angustiados, agrupándose estrechamente.
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A pesar de su formidable tamaño y naturaleza depredadora, se ha descubierto que los cachalotes son vulnerables a los ataques de las orcas, especialmente las hembras con crías. En esta ocasión, los cachalotes recurrieron a una táctica de «defecación defensiva» al liberar una densa «nube de diarrea» en el agua, lo que parece haber sido eficaz para disuadir a sus agresores.
Este comportamiento, descrito por los científicos como una nube impregnando el agua, permitió a los cachalotes evadir un posible ataque fatal.
FUENTE: ABC.