El Gobierno porteño removió a las máximas autoridades de la fuerza y designó una nueva cúpula para abordar la crisis y garantizar la seguridad vecinal.
En una decisión inmediata tras la fuga de 17 detenidos de la Comisaría N°9 en Liniers, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dispuso el relevo del jefe y el subjefe de la Policía de la Ciudad. La drástica medida se tomó en respuesta a la grave situación que puso en jaque a la seguridad local.
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El ministro de Seguridad, Waldo Wolff, presentó a los nuevos responsables de la fuerza: el Comisario Mayor Diego Casaló asumirá como jefe, acompañado por la Comisaria Mayor Carla Mangiameli como subjefa. Durante una conferencia de prensa, Wolff afirmó: “Tenemos la obligación de preservar a los vecinos y ser inflexibles ante estos errores”.
Wolff también señaló que, además de la investigación penal en curso, se realizarán cambios en la plana mayor de la policía. «Estamos trabajando con el fiscal general, Juan Mahiques, para esclarecer las responsabilidades. No hay excusas: heredamos problemas edilicios, pero estos errores no pueden repetirse», enfatizó el ministro, quien confirmó que la Ciudad se ha presentado como querellante en la causa.
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En paralelo, la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) realiza operativos de control intensivo en las instalaciones policiales. Asimismo, la Policía Federal colabora con la Ciudad en la búsqueda de los 16 reclusos aún prófugos, mientras que la causa permanece bajo secreto de sumario.
Con un solo evadido recapturado hasta el momento, el Gobierno porteño aseguró que tomará todas las medidas necesarias para evitar que episodios similares se repitan y devolver la tranquilidad a los vecinos.
Fuente: Noticias Argentinas
Foto: LA NACIÓN