La expedición Darwin200, a bordo del restaurado barco «Oosterschelde», está recreando el viaje del naturalista Charles Darwin por el mundo.
Llegaron a Galápagos en un homenaje al trabajo de Darwin, buscando formar nuevos líderes conservacionistas y evaluando el estado actual del archipiélago.
La expedición comenzó en Plymouth, Inglaterra, en agosto, siguiendo la ruta de Darwin en el siglo XIX. La llegada a Galápagos el 25 de abril marcó un hito significativo en el proyecto.
Esta expedición busca formar nuevos líderes conservacionistas y crear conciencia sobre la importancia de la biodiversidad y la protección del medio ambiente. Los participantes trabajan en programas de investigación sobre especies invasoras, biodiversidad marina y cambio climático.
La botánica Sarah Darwin, descendiente directa de Charles Darwin, forma parte del equipo de la expedición. Ella compara el estado actual del archipiélago con la descripción que hizo su ancestro en el siglo XIX.
La expedición colabora con investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la Fundación Charles Darwin y Conservación Internacional en programas de estudio sobre especies nativas, impacto del cambio climático y conservación del ecosistema.
La expedición también se enfoca en concienciar sobre los problemas ambientales actuales, como la contaminación por plástico. Los participantes están comprometidos en proyectos para mejorar la gestión de residuos y proteger la vida silvestre en las Islas Galápagos.
Los contratos de alquiler, las cuotas de medicina prepaga y los servicios públicos tendrán aumentos en mayo, en medio de un contexto de inflación persistente.
El 30 de abril de 1975, los tanques del Vietcong ingresaron al Palacio Presidencial, poniendo fin a la guerra que arrasó el país y cobró millones de vidas, incluidas 58.000 de soldados estadounidenses.
La banda había formado un "programa", una estructura criminal compuesta por varias "clicas" que operaban bajo órdenes directas desde El Salvador, según informó la Dirección General de la Policía.
Las centrales obreras reclamaron un aumento del 120%, pero la oferta empresaria fue de apenas 1,3%. Sin consenso, el Ejecutivo de Milei fijará los nuevos valores por decreto como en anteriores ocasiones.