La ciudad de Yenín, ubicada en el norte de Cisjordania ocupada, se encuentra bajo una intensa ofensiva militar israelí que ya lleva tres días en curso. Según testigos y organizaciones locales, cientos de palestinos han sido obligados a abandonar el campo de refugiados debido a los ataques y al despliegue masivo de las fuerzas israelíes.
La operación, denominada “Muro de Hierro” por el ejército israelí, incluye ataques con drones, helicópteros y excavadoras que destruyen infraestructuras clave como carreteras y desagües. Las autoridades israelíes afirman que estas medidas buscan garantizar que no haya artefactos explosivos escondidos, mientras que la población local describe la situación como un “desplazamiento forzoso”.
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“Nos ordenaron evacuar antes de bombardear”, denunció Ali, un residente de Yenín. Según su relato, muchas familias se refugiaron en hospitales o casas de familiares en la región. “Han acabado con Gaza, y ahora nos toca a nosotros”, lamentó.
El saldo de esta ofensiva hasta el momento incluye al menos 12 muertos y decenas de heridos. Entre los desplazados se encuentra el primo de Ali, quien fue alcanzado por disparos cuando intentaba huir en su automóvil junto a su familia. “Lograron refugiarse en una casa cercana, pero mi primo resultó herido. Su estado es estable”, detalló.
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El jefe del Estado Mayor israelí, general Herzi Halevi, defendió la operación alegando que el campo de Yenín se había convertido en un “centro de actividad terrorista”. Sin embargo, los residentes cuestionan esta narrativa, señalando que el ejército israelí perpetúa una ocupación ilegal en territorio palestino.
Fuente: RFI.
Imagen: AP – Majdi Mohammed.