Después de más de dos décadas de gestión continua del mismo grupo político, surge una propuesta para construir una planta desalinizadora en Comodoro Rivadavia.
El concejal Exequiel Cufré presentó recientemente un proyecto para evaluar la viabilidad de una planta desalinizadora de agua de mar en Comodoro Rivadavia. Esta propuesta llega en un contexto de larga gestión del mismo sector político, un grupo que ha estado en el poder por más de 25 años sin abordar adecuadamente la crisis del agua en la región sureste de Chubut.
Desde la administración de Di Pierro, pasando por Linares, Luque y Fita, este grupo ha implementado políticas asistencialistas y endeudadoras sin ofrecer soluciones reales para problemas críticos como el suministro de agua. Durante este periodo, las decisiones políticas parecieron centrarse en proyectos faraónicos y de alto costo, como el estadio del Centenario, que recibió una asignación de mil millones de pesos, mientras que la infraestructura esencial para la ciudad quedó desatendida.
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El concejal Cufré explicó: «El proyecto que presenté consiste en evaluar la factibilidad de instalar una planta desalinizadora de agua de mar en la ciudad de Comodoro Rivadavia, con el objetivo de tener una nueva fuente de abastecimiento de agua apta para consumo de las personas». Sin embargo, por qué este tipo de proyectos no se consideraron durante las numerosas administraciones anteriores del mismo grupo político.
Las mismas personas que aprobaron grandes inversiones en proyectos no prioritarios ahora intentan cargar la responsabilidad de resolver la crisis del agua a los nuevos gobiernos provincial y nacional. «Uso como ejemplo las plantas ya existentes en ciudades vecinas como Caleta Olivia y Puerto Deseado,» mencionó Cufré, pero ¿por qué no se implementaron soluciones similares antes?
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Este proyecto, presentado en un momento en que los recursos municipales ya se destinaron a otras obras cuestionables, ha sido visto como un intento de desviar la atención de la falta de acción y planificación a largo plazo durante más de dos décadas. Cufré destacó que el proyecto no busca reemplazar el acueducto del lago Musters, sino complementarlo, una aclaración que parece no calmar las críticas sobre la falta de previsión y gestión eficiente del agua potable en Comodoro Rivadavia.
«Tenemos que dejar claro que el volumen que abastece al lago Musters en la actualidad es de difícil reemplazo,» explicó Cufré, subrayando la necesidad de nuevas tecnologías y alternativas después de años de cortes de agua regulares y falta de inversiones en infraestructura crítica.
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La propuesta de Cufré se presenta ahora como una necesidad urgente, pero el momento y la historia detrás de la gestión de la ciudad plantean preguntas sobre la verdadera intención y efectividad de este proyecto. «Es fundamental que estos proyectos se consideren con seriedad y no como una herramienta política para desviar la atención de la falta de acción en el pasado,» comentó un vecino, reflejando el escepticismo generalizado.
De esta manera, el proyecto de planta desalinizadora pone de relieve no solo la crisis del agua en Comodoro Rivadavia, sino también la necesidad de una gestión más transparente y efectiva que priorice las verdaderas necesidades de la ciudad y de sus ciudadanos, no como ha ocurrido en mas de 25 años.
FOTO: Fundacion Aque